Se reunió una multitud que venía de muchos pueblos para ver a Jesús. Él les contó una historia:
«El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron en el camino. La gente las pisaba y vinieron las aves del cielo y se las comieron. Otras semillas cayeron en terreno pedregoso. Cuando crecieron las plantas, se secaron porque no tenían agua. Otras cayeron entre espinos que crecieron con las plantas y las ahogaron. Otras semillas cayeron en tierra buena. Las semillas crecieron y dieron fruto cien veces más de lo que se había sembrado». Y dijo en alta voz: «¡Oigan bien lo que les digo!» Lc 8, 4-8
Enseñanza:
Esto es lo que quiere decir la historia: la semilla es el mensaje de Dios. Las que cayeron a un lado del camino son como aquellos que oyen el mensaje, pero el diablo viene y se lo quita. Así no pueden creer ni ser salvos. Las semillas que cayeron en las piedras son como aquellos que oyen y aceptan el mensaje con alegría, pero no tienen raíces profundas. Creen por un tiempo, pero cuando las dificultades los ponen a prueba se dan por vencidos. Las semillas que cayeron entre espinos son como aquellos que oyen el mensaje, pero yéndose dejan que las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida los ahoguen, y no dan fruto. La semilla que cayó en tierra buena son los que con corazón noble y bueno escuchan el mensaje. Lo obedecen y con paciencia producen buena cosecha.
Genial Adri. Súbela al blog de la clase la entrada.
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